Actividad Final 3: Reflexión


Espacios Educativos Innovadores: IES Miguel Catalán
Aprendizaje y Servicios Comunitarios

Si bien es cierto que, cuando hablamos de educación, muchos de nosotros pensamos directamente en las escuelas, los títulos, los cursos y los profesores, este concepto tiene mucho más que aportar.
Educar no consiste solamente en transmitirle al alumnado conocimientos académicos, sino que también se trata de instruir a las nuevas generaciones dentro de valores morales transversales como la ciudadanía, la empatía o la multiculturalidad.

Esto es lo que hace el instituto Miguel Catalá, ya que según nos indica el artículo seleccionado, además de organizar charlas y debates semanales con invitados externos al centro escolar (como la protectora de animales, por ejemplo), tratan temas tan necesarios y actuales como la igualdad de género.
Sin duda, estas estrategias me parecen tanto plausibles como indispensables. Debido a la sociedad actual, que nos hace estar constantemente conectados y sometidos a cualquier tipo de información que circule por la web, es necesario que el alumnado cuente con unos conocimientos y valores básicos para comprender por qué es necesario cambiar algunas cosas, o qué tipo de comentarios realmente buscan que haya un mundo mejor. Así, pienso que gracias a este tipo de proyectos y de metodología de enseñanza, el profesorado puede darle la oportunidad a los alumnos de desarrollar un pensamiento crítico que se vaya construyendo, poco a poco, sobre una base formada por cimientos firmes de lucha contra el bullying, de cooperación para prevención de conflictos o de creación de concienciación ante determinados temas sensibles.

A mayores, lejos de mantener este tipo de formación en ciudadanía y pensamiento apartada del ritmo regular de clases, este contenido se incluye en el día a día de las aulas. Del mismo modo, y como ya se mencionaba anteriormente, se realizan charlas cada semana; actividad que me parece muy enriquecedora por las variadas posibilidades que existen con respecto a los ponentes seleccionados cada siete días.

Sinceramente, este tipo de escuela me ha llamado mucho la atención. Pienso que, tanto debido a la evolución de las nuevas tecnologías como a los cambios que ha dado el mundo hasta llegar a la sociedad actual, muchos de estos conceptos morales que consideramos básicos se pierden entre la cantidad de diplomas y títulos que pretendemos obtener. Así, desde mi punto de vista, este tipo de educación, tal vez más humanística, por decirlo de algún modo, sirve para formar a personas ya no solamente como individuos académicamente muy capaces, sino como seres humanos llenos de respeto, empatía y solidaridad.

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