Actividad Final 4: Reflexión
Espacios Educativos Innovadores: Colegio Santa María la Blanca
Revolución Tecnológica en las Aulas
Después de ser analizada, en la reflexión anterior, la necesidad de inculcar valores tanto dentro de casa como durante el tiempo que los alumnos pasan en la escuela, también es importante recordar que este proceso debe darse en un ambiente que les resulte cómodo y tranquilo. Es decir, además de saber transmitir este tipo de conocimientos más relacionados con la moral y con la construcción de nosotras mismas como miembros de esta sociedad, las y los docentes también deben de conseguir crear una atmósfera relajada que propicie la absorción de este tipo de nociones.
Creo que este tipo de ambiente tan calmado se puede lograr siguiendo una de las medidas reformadoras que adoptó del Colegio Santa María la Blanca. En esta escuela, por muy extraño que suene, decidieron suspender los exámenes. Siguiendo las anotaciones aportadas en el documento, el alumnado asistente a esta institución tiene la capacidad de decidir cómo se le va a evaluar. Entonces, ya sea desde una prueba oral, una escrita o un proyecto audiovisual, los docentes sacan el mayor partido de los estudiantes, disipando toda pequeña muestra de estrés que pueda surgir.
Desde mi punto de vista, este tipo de medida supone un riesgo que, aunque traerá un gran número de críticas, es necesario correr. En lugar de someterse a exámenes, el alumnado cuenta con una guía propia que ellos mismos deciden cuándo ha de ser evaluada. Esto, pienso, supone un avance a pasos agigantados, tanto de la educación personalizada, como de la atención a la diversidad o a las diferencias individuales. Sin duda, esto le permite al profesorado poder adaptarse al ritmo de cada alumno. A mayores, pienso que potencia enormemente el valor que tiene la Teoría de las Inteligencias Múltiples (aplicada a la enseñanza) que propone Howard Gardner, en la que destaca que cada persona tiene normalmente un tipo de inteligencia que sobresale con respecto al resto.
Por lo tanto, el alumnado que tenga, por ejemplo, una mayor inteligencia espacial o musical, puede superar la evaluación entregando un vídeo o un proyecto del campo audiovisual. Del mismo modo, si el alumno destaca, por ejemplo, en las asignaturas de lenguas, puede tratar de orientar los proyectos de las demás materias hacia ese campo de conocimiento. Creo que esta versatilidad permite sacar el máximo partido de las habilidades del estudiantado y que propicia, paralelamente, un clima de tranquilidad y cooperación en las aulas.
Como punto final a esta reflexión me gustaría añadir que, tras leer el Documento Explicativo sobre el Centro de Formación Padre Piquer, hay una idea que creo que encajaría con la metodología que siguen en el Colegio Santa María; siendo esta la decisión de incorporar varios profesores a una misma aula, aumentando en consecuencia el número de alumnos. En mi opinión, esta cooperación lleva a la enseñanza a su punto más alto, ya que se pueden consultar las dudas a distintos profesionales y, del mismo modo, aprender de puntos de vista muy variados y multidisciplinarios.
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